Block Title

Niños y niñas expresando sus ideas.

Block Title

¡Expresa lo que piensas!

#PalabrasClave

¿Qué pasa cuando no dices lo que piensas y sientes?, ¿qué impide que lo compartas? Tus opiniones y emociones son muy valiosas para las personas que conviven contigo en la escuela, el vecindario o tu casa. Expresarte es tu derecho y escuchar con respeto a los demás es tu deber. Una buena comunicación evita que los problemas se resuelvan mediante la violencia y favorece las emociones positivas.

 

El derecho a expresar una opinión

¿Sabes qué son los derechos? Los adultos están obligados a proteger a niños y niñas como tú; además, deben asegurarse de que los pequeños se desarrollen plenamente y felices. Para vigilar que eso se cumpla, están los derechos de los niños. ¿Conoces tus derechos?

Niña fuerte frente a escudo

Los derechos funcionan como un escudo. Con ellos, la sociedad nos protege de las injusticias y garantiza que podamos crecer en un ambiente apropiado.

Aunque eres pequeño, hay muchas cosas que puedes compartir con las personas que te rodean. Quizá aportes ideas en una discusión o propongas una mejor manera de hacer algo. Los adultos y tus amigos deben escucharte: es tu derecho.

Niño con una idea

El derecho a expresar una opinión consiste en decir y compartir con libertad las cosas que pensamos o sentimos. Es importante porque, si expresamos lo que sentimos, los demás podrán saber cómo estamos y qué necesitamos.

Son muchas las ventajas de expresar tus opiniones y de compartir tus ideas: sentirte parte de una comunidad, confiar en ti mismo y participar en las decisiones que se tomen. Comunicarte es una oportunidad para que los demás te conozcan y también para conocerlos.

En cambio, si no te expresas o si te demoras en hacerlo, tendrás que aceptar las propuestas de los demás sin antes haberlas discutido. Además, tu autoestima y tu conexión con el grupo se verán afectadas de manera negativa.

¿Alguna vez te has sentido así? Para que esto no suceda, debes confiar en ti mismo y en tus pensamientos. Ten la seguridad de que tus ideas y opiniones siempre son muy valiosas. Sin embargo, hay algunas cosas que debes considerar para comunicarte de una mejor manera. ¿Qué se te ocurre?

Así como tenemos el derecho a expresarnos, también tenemos el deber de escuchar las opiniones de los demás y respetarlas. Hagamos valer nuestros derechos, pero también respetemos los derechos de los demás.

 

Diversidad de opiniones: desacuerdos y conflictos

Vivir en sociedad implica compartir espacios con personas que son muy diferentes y que piensan y actúan de diversas maneras. En los sitios donde convives, te encontrarás opiniones que no siempre serán como las tuyas. De hecho, puedes relacionarte con personas con ideas opuestas.

La diversidad de opiniones es una oportunidad para aprender. Si expresas lo que piensas y escuchas a los demás, enriqueces tus propias ideas y conocimientos. Sin embargo, algunas veces esta diversidad puede generar conflictos si se imponen opiniones y no se está dispuesto a llegar a acuerdos.

¿Te ha pasado alguna vez? ¿En tu familia se ha presentado algún conflicto así?, ¿pudieron solucionarlo?

Situaciones como las que vivió Sule son mucho más frecuentes de lo que crees. Un conflicto es una confrontación en la que las personas no pueden llegar a un acuerdo. Muchas veces esto genera problemas en la convivencia y afecta el bienestar de las personas.

 

Emociones ante un conflicto

Cada persona experimenta diferentes emociones y estados de ánimo a lo largo de su vida. Lo que sentimos dependerá de las cosas que nos pasan y de nuestras relaciones con los otros. Podemos experimentar sensaciones que favorecen nuestro bienestar, como la alegría, o que lo afectan, como el miedo.

Cuando se presenta un conflicto en tu entorno, sientes algunas emociones que debes expresar de una manera adecuada, para no lastimar a alguien. ¿Qué habrá sentido Sule y sus familiares en el conflicto que se presentó en su casa?

Sentir preocupación o tristeza en un conflicto no es del todo malo. El problema está en que estas sensaciones te impidan expresar tus opiniones y escuchar las de los demás; por ejemplo, algunas veces el miedo o la inseguridad te impiden participar con libertad y confianza. En otros casos, el enojo y la inseguridad no te dejan apreciar lo que otros quieren decir.

El primer paso para evitar que esto suceda es reconocer cómo te sientes. Pregúntate si en una situación conflictiva experimentas tristeza, frustración, miedo u otra sensación. Luego, expresa de una manera respetuosa y clara esas emociones. Emplea las palabras o los recursos más adecuados y evita dañar a otros con tus comentarios. En todos los casos mantén la calma y controla tu lenguaje.

En este proceso, también necesitas ser empático con los demás. La empatía es una habilidad que permite ponerte en el lugar del otro y comprender cómo se siente. También debes ser tolerante. Recuerda que la tolerancia es un valor que te ayuda a valorar las ideas y las opiniones de las personas, incluso si son muy diferentes a las tuyas.

 

Solución oportuna de conflicto

Los conflictos causados por diferencias de opinión son una oportunidad para aprender de los otros y para enriquecer la experiencia propia. Depende de las personas involucradas que estas situaciones bloqueen o promuevan las relaciones personales y la convivencia. ¿Has tenido algún conflicto así en tu escuela?, ¿cómo lo has solucionado?

La violencia es una forma no adecuada de responder ante un conflicto. Las acciones violentas dañan nuestra autoestima, nos impiden confiar en los demás y nos obligan a vivir en un entorno inseguro e injusto. Nadie gana en estos casos y solo se dañan las relaciones.

Por fortuna, hay otros modos de solucionar una situación conflictiva. El diálogo y la mediación son solo algunas posibles soluciones. Este tipo de prácticas te permitirán llegar a acuerdos justos en los que todos se sientan involucrados.

El diálogo es una vía de solución de conflictos mediante la comunicación: las personas expresan sus ideas y escuchan a los demás.

Después de revisar las diversas opiniones, se llega a un acuerdo y se establecen los compromisos de los participantes.

Alegres niños con globos de diálogo

Un conflicto solucionado por una vía pacífica estimula el interés y la participación de las personas. También, fortalece la identidad y la pertenencia a una colectividad, pues nos ayuda a conocernos mejor y a establecer relaciones personales más duraderas y saludables.

¡Dialoga pronto!

 

 

 

Los conflictos son situaciones inevitables de la vida. Todos pensamos y sentimos de manera muy diferente y es imposible que siempre estemos de acuerdo en todo. El diálogo y la mediación, como herramientas de la paz, permiten que estas situaciones se resuelvan adecuadamente. Cuando las personas llegan a acuerdos, sienten que sus ideas son tomadas en cuenta y se promueve la cooperación y la paz.

¿Cómo resolverás el próximo conflicto que se te presente?

 

 

 

Actividad
Anterior
Siguiente
Logotipo Santillana

 

© Ediciones Santillana S.A.