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#PalabrasClave
Revolución Industrial
crecimiento demográfico
fábricas
burguesía
¿Qué piensas cuando escuchas la palabra "Revolución"? Una revolución no siempre es un enfrentamiento armado; los historiadores también llaman revolución a un cambio profundo, generalmente brusco, que tiene efectos en diversos aspectos de la vida humana.
En el siglo XVIII, la Revolución Industrial comenzó cambiando las formas de producción en la industria y terminó por alterar las demás actividades económicas, la organización social y hasta el paisaje.
Crecimiento demográfico
Como consecuencia de la Revolución Industrial, en algunas regiones de Europa la población se duplicó durante el siglo XVIII debido a una mejor alimentación por los avances en agricultura y a la unión de matrimonios más jóvenes, lo que bajó la edad en que las mujeres comenzaban a tener hijos.
Gráfica demográfica (Revolución Industrial).
Introducción de maquinaria
Al aumentar la demanda de mercaderías por el aumento de población y la expansión del comercio colonial, las fábricas compraban nuevas máquinas que les permitieran satisfacer los crecientes pedidos. Nuevas máquinas de hilado y tejido se empleaban para producir mayor cantidad de telas en menor tiempo y con menor esfuerzo humano.
La segunda fase de la fabricación de telas es el tejido. Antes se tejía con telares manuales. En 1733 se inventa la lanzadera volante, una máquina que mediante un ingenioso
mecanismo permite pasar la lanzadera de un lado a otro de la urdimbre con un solo movimiento. Inventor: John Kay.
Mercados más amplios
El crecimiento de la población generó un aumento en la cantidad de compradores, con mayores necesidades, que hicieron crecer la elaboración de productos.
Mercados amplios: inicialmente la máquina de vapor fue usada para extraer el agua de las minas, como se ve en la imagen. Luego se aplicó a la industria textil y más adelante se usó para impulsar vagones en las minas, los barcos y los ferrocarriles.
La migración a las ciudades
Muchos campesinos debieron buscar nuevos empleos al no poder seguir trabajando las tierras, porque la mejora en las técnicas de cultivo produjo buenos resultados con menos mano de obra. La ciudad ofrecía trabajo en sus fábricas, pero era más la gente necesitada de trabajo que los lugares disponibles en las fábricas.
Vista de una fábrica inglesa a fines del siglo XVIII. Horas de trabajo, tiempos de descanso; todo estaba reglamentado y vigilado.
¿Sabías que...?
James Watt en 1769 presentó la máquina a vapor, que funciona mediante el vapor de agua. Esta tecnología se aplicó a hiladoras, telares mecánicos y finalmente al transporte (ferrocarriles y barcos a vapor), lo que revolucionó las comunicaciones a nivel mundial.
La fábricas son grandes establecimientos donde se concentraban máquinas y trabajadores. Surgen porque la producción a gran escala requería muchas máquinas, por lo que se hizo necesario contar con más espacio que el de los talleres artesanales.
Al principio las fábricas se instalaron en el medio rural porque las máquinas para funcionar utilizaban energía hidráulica (energía proporcionada por molinos de agua). A partir del uso de la energía a vapor se establecieron en las ciudades, donde se encontraban trabajadores y consumidores.
El modo de trabajo era distinto al del taller, tanto las máquinas como las herramientas eran propiedad del dueño de la fábrica. Se establecían horarios estrictos para cada tarea, indicados por relojes y campanillas. Los trabajadores eran vigilados por el capataz, que controlaba el cumplimiento de trabajo en el tiempo exigido y ponían multas por retrasos o incumplimientos.
Los obreros —como se llamaba a los trabajadores de las fábricas— vivían en pésimas condiciones: viviendas colectivas precarias e insalubres, sin oxígeno ni fuentes de calor. Sus salarios eran muy bajos, porque había muchos trabajadores desempleados y eso le permitía a los industriales elegir a los obreros que aceptaran la menor paga. Además tenían la amenaza permanente del desempleo, a causa del avance tecnológico que sustituía a los trabajadores.
La principal fuente de acumulación de riquezas en el siglo XIX pasaba a ser la actividad industrial, por lo tanto los burgueses, que eran hombres de negocios, invirtieron allí sus capitales y se convirtieron en los propietarios de las fábricas. Además tomaban decisiones acerca de qué debía producirse, qué cantidad de productos, el tiempo de producción y el precio al que debía venderse.
El rápido crecimiento de la producción industrial multiplicó sus ganancias y los afirmó como clase social. Vivían en los nuevos barrios residenciales de las ciudades, bien separados de los barrios obreros.
En la Revolución industrial la incorporación de máquinas a la fabricación de objetos permitió un aumento notable de productos y modificó las formas de trabajo. De los talleres de artesanos se pasó a las fábricas con miles de trabajadores. Esto llevó al surgimiento de la clase obrera, al fortalecimiento de la burguesía y al desarrollo de las ciudades.
Santos, Limber; Artagaveytia, Lucila y Barbero, Cristina. (2012). Estudiar y construir Geografía, Historia y Construcción de la ciudadanía 4. Santillana.
Landeira, Susana; Artagaveytia, Lucila y Barbero, Cristina. (2016) Saber hacer. Geografía, Historia y Construcción de la ciudadanía 4. Santillana.
Archivo Santillana.
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